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La definición de la ciudad de su nacimiento es muy controvertida. En un retrato de Saratelli, de artista desconocido -procedente de la colección del Padre Martini y conservado en el Museo y Biblioteca Internacional de Música de Bolonia- hay una inscripción que lo define como boloñés (giu: saratelli bologn: maestro cap.). Con bastante seguridad, se puede decir que nació y creció en Bolonia, donde estrenó su primera obra (un oratorio) en 1699 y se formó como organista. OPodemos decir, por lo tanto, que nació y creció en Bolonia, donde estrenó su primera obra (un oratorio) en 1699 y se formó como organista. Saratelli estuvo vinculado a la ciudad emiliana (Bolonia) como agregado de la famosa Academia Filarmónica a partir de 1701. Quedan por verificar los datos relativos al período de Saratelli en Ferrara (de 1706 a 1708), durante el cual ocupó el cargo de vicemaestro de capilla de la Accademia dello Spirito Santo, a la que pertenece el oratorio La Regina Ester, compuesto en 1706. Saratelli asumió el papel de primer organista en la Basílica del Santo en 1708. Fracasado el intento de involucrar al compositor alemán Johann Adolf Hasse como director del coro del hospital de Mendicanti, Saratelli fue nombrado el 25 de enero de 1732 por considerarlo digno por ser «de edad avanzada, cercano a los cincuenta, con buena presencia y muy actitud adecuada para conciliar, y exigir respeto, que es el punto más esencial, del que sólo puede depender la disciplina y el provecho del coro». Su nombramiento sólo fue posible después de que los gobernadores del hospital decidieran darle un salario suficiente (250 ducados) para compensar la pérdida de los dos cargos que ostentaba en Padua: el de primer organista del Santo y el de maestro de capilla del Santa Justina. Dedicado casi exclusivamente al género sacro en una época en que la ópera despuntaba en la música, Saratelli no pudo ganarse la simpatía de las niñas del coro y de la congregación durante mucho tiempo, y el 2 de febrero de 1740, tras dos votaciones sucesivas, que por el mismo resultado de 12 votos a favor y 9 en contra, fue despedido. Teniendo sobre todo el género litúrgico, Saratelli redujo a la pobreza a su familia que, tras su muerte alrededor de los 80 años de edad, tuvo que recurrir a los fiscales de la ciudad para poder sobrevivir. Dejó a dos hijas solteras en una pobreza tan sórdida, que los procuradores, por decreto del 16 de mayo de 1762, misericordiosamente las apoyaron con 100 ducados. A pesar de encontrar considerables dificultades a lo largo de su trayectoria profesional, fue reconocido por sus contemporáneos como un compositor dotado, digno heredero de la escuela Lotto, que contaba entre sus alumnos con Johann Gottfried Schwanenberger y Andrea Lucchesi, más conocidos por haber influido, como maestro de capilla en Bonn, en la educación musical de Ludwig van Beethoven. Adolf Hasse y Baldassarre Galuppi elogiaron al maestro que, debido a su lentitud compositiva y a la elección de dedicarse casi exclusivamente al género sacro, tuvo muchas dificultades hacer que tu talento sea reconocido. Su hijo del mismo nombre, con quien frecuentemente se le confunde, también fue compositor, pero aparentemente de música secular.
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